LA CISTITIS INTERSTICIAL, MUERTE SEGURA DE CASI TODAS LAS MUJERES !!


La cistitis intersticial provoca una inflación crónica de la vejiga. Es molesta y dolorosa, sin embargo, se pueden aliviar sus síntomas. Te explicamos cómo.

También conocida como “síndrome de la vejiga dolorosa” la cistitis intersticial es una enfermedad crónica cuyas causas aún no están confirmadas en su totalidad y que se caracteriza por un aumento en la frecuencia urinaria.
En este artículo te contaremos más sobre esta dolencia y cómo se trata de forma natural y con hábitos saludables.

Cistitis intersticial: síntomas y diagnóstico

Esta enfermedad se caracteriza por:
  • Incremento de la frecuencia urinaria
  • Sensación de no poder contener la orina
  • Aparición de dolor abdominal (perineal) por la vejiga
  • Necesidad de orinar lo más rápido posible
  • Dolor pelviano en aumento
  • Expulsión difícil, dolorosa e incompleta de la orina (disuria)
  • Aumento de las ganas de orinar de noche (nicturia)
  • Dolor de vejiga que se incrementa cuando esta se llena de orina
  • Molestias o dolores en la vagina y la vulva en las mujeres
  • Molestias o dolores en el pene, los testículos y el escroto en los hombres
  • Aumento de los síntomas según la ingesta de ciertas comidas y bebidas
  • Disfunción sexual
  • Problemas en el ciclo menstrual y endometriosis
  • Dolor durante el sexo (sobre todo en las mujeres)Si estos signos se mantienen durante más de 6 semanas seguidas y no se diagnostica que haya infección urinaria, entonces es porque se trata de cistitis intersticial. El problema radica en que se puede “confundir” con otras enfermedades de las vías urinarias, debido a que el cuadro clínico es similar a todas las patologías de este área del cuerpo, como por ejemplo:
    • Enfermedad inflamatoria intestinal
    • Sindrome del colon irritable
    • Lupus eritematoso sistémicoExisten dos tipos de esta enfermedad (ambas se detectan con una cistoscopia):

      Ulcerosa

      Se da en un 10% de los pacientes, quienes presentan el epitelio superficial de la vejiga enrojecido, varias ulceraciones rodeadas de congestión mucosa y una sobredistensión que provoca ruptura y sangrado.

      No ulcerosa

      Ocurre en la mayoría de los casos. Si bien carece de úlceraspresenta lesiones hemorrágicas petequiales (llamadas gloremulaciones).

      ¿Cómo se realiza el diagnóstico de la cistitis intersticial?

      Una vez que el médico descarta la infección urinaria, e incluso el cáncer de vejiga, pide que se realicen los siguientes exámenes:
      • Análisis de orina
      • Ecografía pelviana
      • Análisis de secreción vaginal
      • Resonancia nuclear magnética
      • Tomografía axial computada
      • Biopsia de vejiga
      • Cistoscopia

      Cistitis intersticial: cambiando el estilo de vida

      Una de las mejores maneras de tratar la cistitis intersticial y evitar que siga avanzando es llevar a cabo hábitos saludables. Por ejemplo, es fundamental que la comida y la bebida sean equilibradas si queremos reducir los síntomas.
      Muchos pacientes se han dado cuenta de que tras consumir ciertos platillos los signos empeoran. Algunos de ellos son:
      • Chocolate
      • Cafeína y té
      • Bebidas cítricas, refrescos y bebidas alcohólicas
      • Endulzantes artificiales
      • Carnes curadas, procesadas o enlatadas
      • Habas y judías
      • Frutas cítricas o ácidas
      • Nueces
      • Cebolla
      • Pan de centeno y pan de masa fermentada
      • Aderezos o aliños (como mayonesa)
      • Nata ácida
      • Salsa de soja
      • Tofú
      • Tomate
      • Yogur
      • Bollería y pasteles
      • Pasta
      • Avena y centeno
      • Patata, remolacha y zanahoria
      También se recomienda dejar de fumar y entrenar la vejiga para poder orinar con menos frecuencia, es decir, programar las horas en que se va al baño y la cantidad de tiempo o micción obtenida.
      Cuando comienzan los síntomas, una buena idea es aplicar calor en la zona de la vejiga, ya sea con una compresa de agua caliente o una almohadilla eléctrica.
      Otra opción es realizar un masaje para aliviar la inflamación y recuperar el riego sanguíneo de la zona pélvica. Puedes hacerlo tú mismo tumbado en la cama o sofá, o ir a una sesión con un especialista.
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