Hay muchos remedios o curas para muchas enfermedades pero que no han sido demostradas científicamente pero que funcionan.
David Hibbit tiene 32 años, vive en Staffordshire, Inglaterra y hace algunos años fue diagnosticado con cáncer. Los doctores le dieron un pronóstico desalentador: le quedaban apenas 18 meses de vida.Tras empezar su tratamiento de quimioterapia, entendió que esa no sería la solución que le salvaría la vida. “Sentí que la quimio me estaba matando y yo no tenía nada que perder. No podía aceptar que realmente iba a a morir”, explicó.
Un tratamiento diferente llegó a sus oídos gracias a conocidos de David. Ellos le contaron sobre el aceite de cannabis y sobre cómo éste ha curado con éxito a gente con cáncer. En un comienzo desechó esa opción; él nunca se había relacionado con drogas o cosas ilegales, pero luego de entender que su tiempo de vida se acortaba con cada día que pasaba, supo que tenía que cambiar de rumbo y probar algo diferente.
Ya se había sometido a radioterapia, quimioterapia y a una cirugía para que le removieran los ganglios linfáticos de la ingle, sin embargo nada de eso detuvo el cáncer. El aceite de cannabis ahora tendría su oportunidad. “Pagué como 50 libras a un tipo que lo hacía y me dio suficiente para un mes” cuenta David. Los efectos fueron muy positivos y dentro de poco comenzó a sentir mejoras sustanciales. “El dolor empezó a desaparecer, así que supongo que el aceite hizo su trabajo”, dice.
Lo que le sucedió a David fue realmente sorprendente. Gracias al aceite logró curarse sin tener que recurrir a nuevas sesiones de quimioterapia. En enero se le dio de alta y logró concretar la boda que había estado planeando junto a su pareja. Él ahora tiene un hijo de 5 años de edad llamado Ashton, el cual está muy feliz de tener a un padre cariñoso y comprensivo. “Nunca pensamos que esto iba a pasar, es genial. Crucemos los dedos para que todo siga bien. Me siento excelente y espero que mi historia ayude a otras personas”, confesó.
Heather, su novia, dijo que en un principio no quería que tomara del aceite debido a su ilegalidad, pero después de ver los efectos positivos entendió que era el camino correcto. Instituciones que investigan tratamientos contra el cáncer en Inglaterra, dicen que no tienen en sus registros a personas que usen este tratamiento. “No hay evidencia de que realmente funcione”, dice, pero quizás algún día, con análisis más exhaustivos, esto se revierta y el aceite obtenga respetabilidad entre los médicos y la población general.
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